EQUILIBRIO MUSCULAR
EL USO DEL FRÍO Y DEL CALOR
Cuando tenemos una lesión, el uso del calor y del frío suelen ser muy recurrentes. Es importante saber qué beneficios nos puede dar usar hielo o calor, cuando no usarlos, por cuánto tiempo y cómo usarlos.
El hielo se puede usar junto con la compresión, elevación, refuerzo o soporte en lesiones severas. Los medicamentos antiinflamatorios pueden producir un efecto similar al hielo. Sin embargo, también pueden retrasar la curación de lesiones severas.
El uso del HIELO disminuye el dolor, la inflamación, la hinchazón y los calambres musculares. Es mejor si se usa después de los ejercicios o de realizar actividades que producen dolor.
No debemos usar hielo después de realizar actividades físicas, si el área donde aplica el hielo está adormecida, cuando el dolor o la inflamación involucran un nervio, si el atleta tiene una disfunción simpática, si el atleta tiene enfermedad vascular, si compromete la piel, o si el atleta tiene hipersensibilidad al frío, incluso urticaria inducida por el frío. El tiempo idóneo para usar la aplicación de hielo en una lesión es de 2 a 3 veces al día (mínimo), hasta una vez cada hora.
La duración varía con la técnica. El hielo puede continuar siendo útil en el tratamiento siempre que haya dolor, inflamación… No hay necesidad de cambiar a calor después de 48 horas o de alternar entre hielo y calor.
Hay 3 opciones para aplicar el hielo:
- Las bolsas de hielo son lo mejor para colocar hielo en áreas más grandes de dolor, inflamación o espasmos.
- El baño de hielo/piscina de hidromasaje, que se usa para reducir la inflamación en las articulaciones periféricas.
- Y el masaje con hielo, que se usa para reducir la inflamación superficial bien localizada.
Por otro lado, el uso del calor mejora el rendimiento de los tejidos suaves, alivia el dolor y los espasmos. El calor es más útil para calentar tejidos suaves rígidos o cicatrizados antes de los ejercicios de estiramiento; el calor también puede ser útil para aliviar el dolor o las lesiones por espasmos relacionadas con lesiones del cuello o de la espalda. Algunos de los principales efectos del uso de aplicar calor en las lesiones son: aumenta la circulación, actividad metabólica e inflamación.
No debemos usar calor después de las actividades físicas, si el área está adormecida, si tiene una herida abierta o quemadura, inmediatamente después de una lesión grave, si la temperatura del cuerpo es alta debido a una fiebre o fatiga por calor.
Algunas de las opciones para la aplicación del calor son:
- Bolsas calientes.
- Hydrocollator.
- Baño caliente.
- Piscina de hidromasaje caliente.
En general, el uso de hielo y calor es solamente una parte de todo un programa de tratamiento. Incluso, si los síntomas se alivian, se necesitan ejercicios para restablecer la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones, la fuerza, el acondicionamiento general y las destrezas específicas del deporte.